Durante nuestra estancia en Split nos alojamos en este hotel, que está situado a las afueras de la ciudad. Normalmente, este es un hecho que no nos preocupa demasiado, casi nunca me preocupo de dónde está situado el hotel, me da igual si está céntrico o no; soy de las que pienso que para conocer una ciudad hay que patearla y por eso me da lo mismo andar en una u otra dirección, mientras lo haces, vas viendo cosas nuevas.
El problema de este hotel es que está situado en medio de un polígono industrial, y aunque de noche es un sitio tranquilo donde no hay ni un solo ruido, está lejos de la ciudad, a unos 25 minutos andando, y en ese recorrido no hay nada digno de ver.En cuanto al hotel en sí, me parece que no está mal, tiene una categoría de 4 estrellas. Su recepción es bastante amplia, más alargada que ancha, en uno de cuyos extremos se encuentra el salón comedor.
A mi me resultó muy espacioso y bonito, estaba puesto con mucho gusto, y en él se combinaban las mesas cuadradas con las redondas, como rompiendo con la rutina de tener fila tras fila.El desayuno buffet, sin ser nada espectacular, estaba muy bien, tenía mucha variedad, por lo que independientemente de lo que te guste desayunar, siempre había algo a tu gusto.
En cuanto a las habitaciones, tengo que deciros que estaban bien, decoradas con un estilo moderno, pero elegante a la vez; a mi me gustó mucho, tenía una cama de 2 por 2, su televisión de pantalla plana, mueble bar y un escritorio bastante grande.Su baño era nuevo, pero equipado de manera completa, tenía de todo. Eso sí, la bañera estaba un poco alta, por lo que había que tener cuidado de no caerse al entrar o al salir.
En mi opinión, es un hotel muy recomendable para los que viajan con coche, pero para los demás escogería alguna otra alternativa.0
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